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¿Qué es un suelo de hormigón? ¿Cómo se puede mantener limpio?

Un suelo de hormigón pulido es una superficie de hormigón que ha sido tratada y alisada mecánicamente hasta obtener una superficie lisa y brillante. Se utiliza ampliamente en edificios comerciales, industriales y residenciales por su durabilidad, bajo mantenimiento y estética moderna.

El proceso de pulido implica el uso de herramientas especializadas, como pulidoras de concreto, para moler y pulir la superficie del hormigón en varias etapas, utilizando diferentes niveles de abrasión de diamante.

El resultado final es un suelo de aspecto vidrioso, sin rayas ni marcas, que refleja la luz de manera efectiva y puede ser decorado con diferentes acabados, como tintes o estampados.

Además de ser resistente y fácil de limpiar, un suelo de hormigón pulido también puede mejorar la calidad del aire interior, ya que no tiene juntas ni grietas que puedan acumular polvo o suciedad.

En resumen, es una opción popular para aquellos que buscan una superficie duradera y moderna para sus hogares o negocios.

¿Cómo mantener limpio un suelo de hormigón pulido?

Para mantener un suelo de hormigón pulido limpio, es importante seguir algunos pasos simples pero efectivos. Estas son algunas recomendaciones:

  • Barrer el suelo con regularidad: La acumulación de polvo y suciedad puede rayar la superficie del hormigón pulido. Hay que barrer el suelo a diario o según sea necesario, utilizando una escoba de cerdas suaves o una aspiradora con un cepillo de suelo de baja potencia.
  • Usar productos de limpieza suaves: Si es necesario utilizar un producto de limpieza para eliminar manchas persistentes, hay que asegurarse de usar uno que sea suave y seguro para su uso en superficies de hormigón pulido. Hay que leer las etiquetas de los productos de limpieza y asegurarse de seguir las instrucciones del fabricante.
  • Utilizar una fregona húmeda para limpiar el suelo: Hay que limpiar el suelo regularmente con una fregona húmeda y agua limpia. Hay que evitar usar demasiada agua, ya que el exceso de agua puede penetrar en el hormigón y causar daños a largo plazo.
  • Limpiar los derrames de inmediato: Los líquidos derramados, como el agua, los refrescos, el aceite o el vino, pueden manchar el hormigón pulido si se dejan por mucho tiempo. Hay que limpiar los derrames de inmediato con un paño suave y agua limpia. También hay que evitar usar productos químicos agresivos o limpiadores abrasivos, ya que pueden dañar el acabado del suelo.

Siguiendo estas recomendaciones se puede mantener el suelo de hormigón pulido limpio y en buen estado durante muchos años.

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