Los suelos de terrazo, granito o mármol aportan un toque extra de belleza y sofisticación en cualquier lugar de la casa o en una oficina. No obstante, no hay que olvidar que son materiales de alta durabilidad y resistencia, pero que requieren ciertos cuidados para mantenerlos en perfectas condiciones. Y comprendiendo esta necesidad, muchas empresas han desarrollado diversos productos para pulir suelos. Es cierto que la variedad es inmensa y que dependiendo del tipo de suelo o del tipo de solución, encontraremos soluciones más o menos eficaces.
Este artículo inicia una serie de análisis de distintas soluciones (las más habituales del mercado) indicando detalles que pueden ser interesantes para conocer en detalle cada uno de estos productos.
El primer artículo lo vamos a dedicar al áxico oxálico.
Ácido oxálico para pulir suelos de mármol, terrazo o granito.
Lo primero que debemos destacar del ácido oxálico es… su precio. Es la solución más sencilla y también la más simple de aplicar.
Hay que pensar que debido a la dureza de los suelos de mármol, terrazo o granito, el proceso de pulido puede ser duro, incluso extenuante… y aquí el ácido oxálico es el mejor aliado para realizar este pulido de suelos, que como decíamos en el párrafo anterior, es el más fácil de aplicar y económico.
La aplicación del ácido oxálico en los suelos de mármol, terrazo o granito.
El primer paso que se debe realizar es limpiar de forma muy escrupulosa el suelo, removiendo suciedad, grasa o cera de toda la superficie. En algunos casos es sugerible incluso utilizar alguna solución de limpieza antigrasa que no sea muy abrasiva. Lo mejor es poner más énfasis en las zonas de mayor tránsito, juntas o bordes, ya que son las que más polvo o suciedad acumulan.
Si el suelo no presenta daños considerables se puede realizar, de forma totalmente casera, un pequeño pulido a mano con una lanilla de acero fina. Se debe presionar con mucha suavidad y con movimientos circulares. En estos casos es suficiente con añadir el ácido oxálico y un poco de agua para lijar las zonas más difíciles. Ahora bien, si hay zonas muy dañadas no podemos utilizar una solución «casera» y debemos optar por una pulidora de suelos automática que permite un mejor pulido y de una forma más constante.
Para aclarar la zona se debe enjuagar con abundante agua, para asegurarnos de eliminar todos los residuos.
El último paso, es aplicar un lustrador para pulir todo el piso. Con esta aplicación se conseguirá un acabado brillante, limpio y elegante.