La primera pregunta que debemos responder es ¿qué es el suelo de hormigón pulido? Bueno, la respuesta es relativamente fácil: el suelo de hormigón pulido parte de allanar y fratasar un clase de hormigón, el hormigón semipulido. Después de esta operación en el área se añaden una serie de elementos químicos que deben dar firmeza a este suelo… y por último se pule para conseguir ese brillo tan característico y que tanto vemos en centros comerciales, parkings, naves industriales….
Ahora bien… ¿cómo se hace el suelo de hormigón pulido?
Vamos a analizar paso a paso este proceso con el que se lograr un hormigón pulido perfecto.
1.- Pavimentar con hormigón. Este es un trabajo laborioso y requiere de un paso básico: pavimentar de forma correcta el sitio. Para ello se debe preparar la mezcla considerando el uso de fibras, vaciar la mezcla esparciéndolo en toda el área. Después de esto comenzar con la nivelación del encofrado. El pavimento se debe secar entre 3-4 días, se puede empañar con agua y tapar con plástico para impedir que se quiebre. Finalmente, se retira el encofrado.
2.- Preparar el hormigón. Este es un proceso básico y que solo requiere que de haya buen tiempo (si la aplicación es en exterior) y que no haya trabajos cerca que puedan alterar la mezcla. Si estas condiciones no se producen lo mejor es esperar. Es muy importante que se puede preparar en un entorno limpio.
3.- Pulir el suelo de hormigón. Este será el primer paso de pulido. Si hay un pre trabajo en el hormigón, debemos eliminarlo con la primera pulida al hormigón. Pulir primero el hormigón con un disco de diamante o un bruñido manual para el. En cada pasada, no se deben dejar errores a la vista. Una vez finalizada la primera etapa, debemos revisar la superficie buscando los errores que se pueden ver a simple vista.
4.- Segundo pulido del suelo de hormigón. Al rectificar los errores, hay que darle forma con discos diamantados, primero fuerte y después suave. Si no se puede hacer bien con una pulidora se debe usar una máquina de cantear, para nivelar. Después se seguirá con los discos metálicos, utilizando el grano de arena más fino hasta obtener el punto de suavidad buscado.
5.- Densificado de hormigón y pulido de polímeros. Este es el proceso más importante ya que será el que permitirá tener un suelo de larga duración. Simplemente hay que pulir, aunque la recomendación es densificar con un pavimento líquido todo el suelo para lograr el mejor acabado posible.
6.- Sellado y brillo del suelo de hormigón. Este es el último paso… pero no por ello el menos importante. Después de pulir el suelo se debe usar un sellador de adoquinados. Este último paso, relativamente sencillo, provee al hormigón un brillo total.